MI SUr

- marzo, 2021 y marzo, 2022 -

luego de dos años de haber emigrado me di cuenta, entre muchas otras cosas, de la poca exploración que solemos hacer de nuestra propia tierra. Argentina es un país muy extenso y es cierto que los costos de desplazamiento son altos, pero vale la pena afrontarlos. Parte de nuestra identidad como país es la mirada puesta siempre afuera, el deseo de descubrir y explorar la otredad, dándole muy poco valor a nuestra propia riqueza.

Yo me fui, entre otras cosas, también, por no haber valorado antes mi propia tierra, mi gente, por tener esta exaltación identitaria de lo externo muy en primera línea. por suerte me fui y logré identificarlo, darle otro sentido y redefinirlo.

Ahora más que nunca defiendo mi tierra, su gente, nuestra gente. Y cada vez que vuelvo, es mandatario conocer un rincón nuevo, explorar una zona que aun haya pisado.

el extenso sur argentino tiene, aun, una grandiosa naturaleza, capaz de conmoverte hasta las lágrimas; fauna y flora exorbitantes, que nos hacen sentir el minúsculo tamaño que tenemos pero a su vez tan parte de ella como ninguna ciudad del mundo nos permite sentir.
Tan lejos del centro operativo capitalista, tan cerca de nuestra propia esencia como seres.

definitivamente no hay otredad, aca me senti una con el todo.

- Glaciar Perito Moreno -
- desprendimiento -

Este momento fue increíble. Estaba con la cámara y escuché un sonido como de un relámpago, aunque no había ningún indicio de que fuese a llover. Entonces pensé que algo debía estar por pasar, así que empecé a grabar la zona de la que creí venía la fuente de ese sonido, aunque se había hecho extensivo por todo el parque.
Después de unos segundos, como se ve en el video, ocurrió este regalo de la Naturaleza. Se me caían las lágrimas. Es una sensación tan hermosa, de acogedora inmensidad, que creo no voy a olvidar más. Por suerte seguí mi intuición y quedó todo registrado.
Lo comparto.

- ISLA MARTILLO -
“La pingüinera”

una cosa que me llama la atención de las aves en general, es cómo ya a temprana edad las madres dejan de proveer a sus crías de alimento.
No puedo dejar de compararnos, aunque seamos especies diferentes. La primera vez que lo observé fue con las palomas que hicieron nido en mi balcón en la ciudad de la plata, y desde ese momento no paro de preguntarme si no será que tendríamos que adoptar ese comportamiento. También sé que al día de hoy, se volvió parte de mi identidad cuestionarme los modos de maternar del ser humano en relación a otras especies y lo extiendo a todo lo que observo.

Aquí una cría de pingüino Papúa que persigue a su madre reclamándole caprichosamente, por ponerle un adjetivo humano (porque sé que es parte de mí hacerlo extensivo), alimento, Mientras ésta escapa furiosa desatando una hermosa revuelta entre el resto de la manada y protagonizando, para nosotros, una divertida escena de proceso evolutivo.

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LA SAUDADE